Carlos Loret de Mola ha sido una figura controvertida en el periodismo mexicano, conocido tanto por su ascenso meteórico en el ámbito televisivo como por los cuestionamientos sobre la veracidad de su trabajo, lo que eventualmente le valió el apodo de “Lord Montajes”.
La Televisión como Herramienta de Poder en México
Durante gran parte del siglo XX y principios del XXI, la televisión jugó un papel central en la configuración de la opinión pública en México. Televisa, la cadena más grande del país, era considerada casi un cuarto poder en la política mexicana debido a su capacidad de influir en la narrativa nacional. Como reflejo de esta influencia, Emilio Azcárraga Milmo, entonces dueño de Televisa, dijo en una famosa entrevista que su empresa tenía la misión de entretener y mantener en una especie de complacencia a la clase trabajadora, mientras que la élite política y económica estaba excluida de la audiencia objetivo de la televisión. Esta postura marcó profundamente el tipo de periodismo que se hacía en la televisora: un periodismo más interesado en la manufactura de realidades convenientes para los poderes fácticos que en la exposición objetiva de los hechos.
Fue en este contexto que figuras como Carlos Loret de Mola encontraron una plataforma para brillar, aunque a menudo a costa de la verdad y la ética periodística.
Loret y el Sensacionalismo: La Historia Detrás de Lord Montajes
Carlos Loret de Mola, hijo del destacado periodista Carlos Loret de Mola Mediz, ascendió rápidamente en el medio periodístico, en gran parte gracias a su habilidad para presentar reportajes llenos de dramatismo y sensacionalismo. En sus primeros años, se ganó notoriedad por su cobertura internacional, como la de la guerra en Afganistán en 2001. Sin embargo, su método de trabajo pronto empezó a levantar dudas.
Un incidente clave que desató las críticas hacia su estilo periodístico fue su reporte desde Afganistán, donde según varios testimonios, entre ellos el del corresponsal de guerra Jaime Hernández, Loret habría pagado a un grupo de locales para simular un ataque militar utilizando un tanque obsoleto. Este montaje no solo comprometió la veracidad de su reportaje, sino que también evidenció una práctica que se volvería recurrente en su carrera: la creación de escenas dramáticas que eran, en esencia, fabricadas para la televisión.
El Caso Florence Cassez: El Montaje que Definió su Carrera
El evento que selló la reputación de Loret como “Lord Montajes” fue la cobertura de la detención de Florence Cassez e Israel Vallarta en 2005, acusados de pertenecer a una banda de secuestradores conocida como “Los Zodiacos”. El arresto fue transmitido en vivo en el noticiero de Loret como si estuviera ocurriendo en tiempo real. Sin embargo, meses después se reveló que la detención había ocurrido días antes y que la escenificación había sido orquestada como un montaje por las autoridades en colaboración con Televisa. Este incidente involucró a figuras de alto perfil como Genaro García Luna, entonces encargado de la Agencia Federal de Investigación, y Luis Cárdenas Palomino, ambos ahora con serios cargos en su contra. García Luna fue condenado en Estados Unidos por sus vínculos con el narcotráfico, mientras que Cárdenas Palomino enfrenta cargos de tortura en México.
Este escándalo marcó un antes y un después en la carrera de Loret, quien, aunque logró mantener su lugar en Televisa por varios años más, comenzó a ver su credibilidad erosionarse paulatinamente.
El Desgaste y la Caída de Loret de Mola
A medida que avanzaban los años, Loret continuó siendo una figura prominente en los medios mexicanos. Sin embargo, su estilo periodístico y su cercanía con el poder político comenzaron a pasarle factura, especialmente durante el ascenso de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). En varias ocasiones, Loret entrevistó a AMLO en un intento de desacreditarlo y ridiculizarlo, pero su estrategia no funcionó. En 2018, López Obrador ganó la presidencia de México con un amplio margen, lo que representó un duro golpe para Loret y la línea editorial que había promovido durante años.
La relación de Loret con Televisa finalmente se rompió en 2019, después de 18 años en la cadena. Aunque el periodista acusó públicamente que su salida fue resultado de una supuesta persecución política orquestada por López Obrador, nunca presentó pruebas sólidas de ello. Su salida de Televisa marcó el inicio de un nuevo capítulo en su carrera, esta vez en medios digitales como Latinus, una plataforma financiada en gran parte por opositores políticos del gobierno de AMLO. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, Loret no ha logrado recuperar la influencia que alguna vez tuvo.
Las redes sociales y los nuevos medios digitales, así como la conferencia matutina del presidente, conocida como “La Mañanera”, han servido para desmantelar muchas de las afirmaciones de Loret, exponiendo inconsistencias y manipulaciones en sus reportajes. Incluso en los últimos años, a medida que el panorama mediático ha cambiado drásticamente, Loret ha sido blanco de críticas tanto de la ciudadanía como de otros periodistas por continuar promoviendo una agenda sesgada.
Un Futuro Incierto para “Lord Montajes”
A pesar de sus intentos por reinventarse en el periodismo digital, la reputación de Carlos Loret de Mola sigue marcada por los montajes que definieron su carrera. Aunque sigue teniendo seguidores y detractores, su credibilidad ha sido gravemente afectada por los escándalos que lo persiguen. El tiempo dirá si Loret logra recuperar su lugar en la opinión pública o si será recordado principalmente por los cuestionamientos que rodean su trabajo.
En un México donde los medios de comunicación están en constante escrutinio, la historia de Carlos Loret de Mola sirve como un recordatorio de los peligros de poner el espectáculo y los intereses políticos por encima de la verdad.